Las palabras «Mundial», «Fútbol» y «Brasil» constituyen la panacea del deporte rey: El súmmum de la competición del Zeus del deporte y en la Atenas del fútbol. Todo apunta a grandeza a raudales y desbordada, y sin embargo, apesta. Todo el mundo (que vive en este Mundo) sabe perfectamente lo que hay y lo que significa.
Brasil es la «B» de los BRIC, etiqueta que no se despegará gastando nunca sabremos cúanto (se dice que ronda los 10.000 Millones de €), en estadios de fútbol e infraestructuras ilógicas. Sigue leyendo